Sobre mí

En lo profesional me define un interés y curiosidad por las personas, por sus problemas, pero también por los recursos únicos de cada uno de ellos, lo que los hace distintos. 

 

Mi formación durante la licenciatura fue principalemente cognitivo-conductual. Tras los años de experiencia, profesionales y pacientes conocidos, he ido ampliando mi formación a otros enfoques. En mis 15 años de experiencia no he visto a ningún profesional capaz de curar a absolutamente todos sus pacientes. Hasta el día que vea esto, no me casaré con ningún enfoque. Por eso no uso protocolos de forma habitual para mis terapias, pero siempre trabajo desde teorías científicas. Mis principales influencias en terapia son desde la terapia cognitivo-conductual, sistémica, humanista y psicodinámica. 

 

De la Terapia cognitivo-conductual valoro la efectividad en pocas sesiones para encontrar resultados importantes. De la sistémico-familiar, la visión como sistemas necesariamente relacionados. La necesidad de tener en cuenta el contexto para encontrar sentido a lo que sucede, cómo se ha formado y cómo debe cambiar para que el sistema permita un cambio real y mantenido. De la  terapia humanista comparto el respeto por la persona, la consideración del paciente  como mayor conocedor de sus problemas, como guía para encontrar la respuesta a lo que necesita. De la terapia psicodinámica me fascina su capacidad de análisis de aspectos incomprensibles en el funcionamiento actual. 

 

En mis terapias trato de adecuar mis conocimientos a la necesidad del paciente. Juntos elegimos la hoja de ruta.